Antes del inicio de la crisis generada por el COVID-19, la banca de desarrollo venía trabajando como actor fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con apuestas interesantes en temas sociales, ambientales y económicos. Y aunque este trabajo nunca se ha detenido, la emergencia sanitaria nos requirió reaccionar rápidamente y enfocar nuestros esfuerzos en resolver las necesidades de liquidez de los empresarios, a través de estrategias de financiación regionales y sectoriales, en condiciones favorables.

 

En Bancóldex, el banco de desarrollo empresarial de Colombia, nos tomamos muy en serio la recuperación de las micro, pequeñas y medianas empresas, especialmente en el marco de este complejo contexto. Desde hace más de 15 años, hemos venido fortaleciendo a las microempresas a través de toda una red de entidades microfinancieras para apoyarlas en lo que más necesitan: capital de trabajo, inversión en modernización y capacitación.

 

A causa de la pandemia, mejoramos y profundizamos esa atención, mediante un portafolio de productos financieros que llamamos Colombia Responde, haciendo un esfuerzo importante de regionalización para llegar a gran parte del territorio nacional. Para esto, hicimos un trabajo mancomunado con departamentos y alcaldías, inclusive en zonas apartadas del centro del país, que necesitaban todo nuestro apoyo. Como resultado, hemos desembolsado aproximadamente $1,36 billones de pesos a cerca de 400 mil empresarios, la mayoría de ellos mipymes.

 

En Bancóldex, creemos firmemente que así como ya implementamos soluciones a corto plazo, ahora nos corresponde esforzarnos por ofrecer otras respuestas de mediano y largo plazo, que sean sostenibles, que le ayuden a las empresas, ya no sólo a sobrevivir, sino a modernizarse, a invertir en maquinaria y a capacitarse. En este enfoque estamos trabajando.

 

En los momentos de mayor dificultad es cuando los bancos de desarrollo podemos hacer más, esta situación nos ha permitido trabajar rápidamente en soluciones para nuestros empresarios y así apoyar su reactivación económica que mejore las condiciones de todo un país.

 

Los bancos de desarrollo hemos trabajado en soluciones concretas. Por eso, la cumbre Finance in Common, que congregó a los bancos públicos de desarrollo de todo el mundo el pasado 11 y 12 de noviembre, fue una oportunidad invaluable para compartir esas experiencias que nos han permitido reaccionar en el corto plazo, de manera inmediata y contracíclica, para enfrentar la crisis del COVID-19. Además, tuvimos la oportunidad de articularnos, revisar propuestas de largo plazo, y proyectar el apoyo a la recuperación de las empresas, de las familias y de las sociedades en las que vivimos.

 

Sin duda, este encuentro es una oportunidad que los bancos públicos de desarrollo nos estábamos debiendo, y que nos va a enriquecer con la posibilidad de reflexionar sobre productos concretos y tangibles, con las experiencias y resultados de los otros países. El propósito que nos motiva es que entre todos podamos construir una oferta común para que como sociedad podamos salir adelante de esta crisis.